¡Achís! Estornudar es la forma que tiene el cuerpo de eliminar agentes irritantes como el humo, el polvo y el polen de las fosas nasales. No se puede negar que un gatito estornudando es adorable. No obstante, si tu gato estornuda mucho, puede que tenga algún problema serio. Descubre en este artículo las posibles razones por las que tu gato estornuda mucho y qué puedes hacer para evitar que enferme. Y de paso, averigua si un seguro para tu felino merece la pena.

Cuida la salud y la felicidad de tu gato

Asegúrate de que se ejerciten y descansen lo suficiente. Compara la actividad con gatos similares. Establece objetivos diarios compatibles con tu amigo peludo.

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¿Por qué estornudan los gatos? ¿Existe algún patrón?

Al igual que los seres humanos, los gatos estornudan cuando se les irrita la nariz con partículas presentes en el aire o cuando contraen un virus. De hecho, se estornuda para expulsar el agente irritante en cuestión.

No obstante, observa de cerca a tu gato. Puede que no esté estornudando: puede estar tosiendo, teniendo arcadas, estornudos inversos, hipo o náuseas. Así que antes de buscar un tratamiento para los estornudos de tu amigo de cuatro patas, asegúrate de que esté estornudando de verdad. Graba uno de sus episodios para enseñárselo a tu veterinario y ayudarle a entender el problema.

Fíjate si se repite algún patrón cuando estornuda. ¿Pasa todos los días a la misma hora? ¿Empieza a estornudar cuando entra en una habitación en concreto? Determinar si existe algún patrón en los estornudos de tu gato puede ayudar a acotar la causa.

Causas de los estornudos en los gatos

Una vez que sepas cuándo, dónde y con qué frecuencia estornuda, toca averiguar el motivo. A continuación, te contamos algunas de las causas más comunes por las que los gatos estornudan mucho.

Infecciones de las vías respiratorias superiores

Las infecciones de las vías respiratorias superiores, causadas por virus, son la causa más común. Estas infecciones víricas son muy parecidas al resfriado común que sufrimos los humanos, y pueden ir de leves a graves.

El virus más común es el Herpesvirus felino 1 (FHV-1). Los gatos con FHV-1 presentan estornudos, secreción nasal, tos y conjuntivitis. Se transmite de felino a felino a través de las secreciones orales, nasales u oculares. La infección por FHV-1 suele durar entre cuatro y siete días. Como todos los herpesvirus, este virus no suele desaparecer del organismo del gato. Permanece latente y reaparece de vez en cuando. Los cambios estacionales, el estrés y otros factores pueden provocar un brote. Contacta a tu veterinario para que te cuente cómo reducir la reproducción del virus y aliviar los síntomas de tu gatito.

El virus de la inmunodeficiencia felina (VIF) es otro de los virus que puede hacer que tu gato estornude. El VIF ataca y debilita las defensas inmunitarias de tu amigo, por lo que es más fácil desarrollar infecciones respiratorias. Al igual que el VIH en los humanos, el VIF no es frecuente: solo afecta a un pequeño porcentaje de gatos. Los humanos no pueden contagiarse del VIF. Suele transmitirse de gato a gato a través de mordeduras que perforan la piel y facilitan la mezcla de fluidos corporales.

El calicivirus felino es otro organismo que puede provocar que los gatos estornuden. Este virus es muy contagioso y causa infecciones de las vías respiratorias superiores en los gatos. También puede provocar otras dolencias que pueden parecer no relacionadas, como gingivitis crónica (inflamación de las encías) y cojera por inflamación de las articulaciones.

Problemas nasales y sinusales

La inflamación de los tejidos que recubren la nariz y los senos paranasales puede provocar «congestión nasal» a tu gatito. Estas afecciones, denominadas rinitis y sinusitis, son complicaciones habituales de una infección de las vías respiratorias superiores. Lo más probable es que tu amigo peludo tenga secreciones oculares y nasales y se dé zarpazos en la cara.

Afecciones crónicas de las vías respiratorias superiores

Cuando un gato padece una afección crónica de las vías respiratorias superiores, suele tener los conductos nasales y el sistema inmunitario dañado o debilitado. Esto suele ser consecuencia de infecciones previas. Contacta a tu veterinario para conocer qué tratamientos le pueden facilitar la vida a tu gatito.

Alérgenos o cuerpos extraños

Las partículas presentes en el aire o los objetos del hogar perfumados pueden irritar las fosas nasales de tu gato y provocar que estornude o que le dé una reacción alérgica. El perfume, el moho, el polen, el polvo, las velas perfumadas, los productos químicos de limpieza, el polvo de la caja de arena y el humo pueden hacer que tu amigo de cuatro patas estornude.

Los cuerpos extraños alojados en la nariz pueden obstruir la respiración. Cuando tu gatito se va a explorar el entorno, se le puede meter un trozo de hierba o de tierra en la nariz. Al estornudar, el cuerpo de tu felino intenta expulsar el objeto de forma natural. Si tienes la certeza de que sigue teniendo algo, llévalo al veterinario de inmediato, pues puede quedarse sin respiración.

Gato tumbado que parece enfermo y un humano acariciándole la cabeza

Inflamación o infección de un diente

Quizás no lo sabías, pero los problemas dentales pueden hacer que tu gato estornude. Las raíces de los dientes del maxilar superior de un gato están justo al lado de las fosas nasales, por lo que cualquier infección de los dientes puede tener un impacto. Cuando la raíz del diente de un gato está infectada o inflamada, puede crear un drenaje en los senos paranasales y provocar estornudos.

Infecciones bacterianas

Las infecciones bacterianas suelen ser secundarias a la causa inicial de los estornudos. Por ejemplo, un virus provoca que tu gato desarrolle una infección en las vías superiores respiratorias. No obstante, parte del líquido que se genera durante dicha infección puede quedar atrapado en los senos paranasales, donde bacterias y virus podrían desarrollarse y causar inflamación o infección. A diferencia de las virales, las infecciones bacterianas se pueden tratar con antibióticos. Pide cita con tu veterinario si sospechas que tu gato puede tener una infección de este tipo.

Infecciones por hongos

En las fosas nasales de tu gato puede crecer un hongo llamado criptococo y hacer que estornude. Para determinar si hay una infección fúngica en la nariz de tu gatito, tu veterinario tendrá que recoger una muestra y mandarla a analizar. Por suerte, existen opciones de tratamiento.

Neoplasia (tumores nasales)

Los tumores nasales son una causa poco probable pero posible de los estornudos recurrentes de tu gato. Los gatos mayores tienen más riesgo de padecer tumores nasales, pero estos tumores solo representan menos del 1 % de todos los tumores en gatos. Suelen provocar secreción nasal y estornudos, entre otros síntomas. Si respira ruidosamente y tiene estornudos y secreción nasal, llévalo al veterinario de inmediato.

Leucemia felina

La leucemia felina, un virus que solo infecta a los gatos, puede presentarse con una amplia gama de síntomas, incluidos los que imitan una infección de las vías respiratorias superiores. Un gato con leucemia felina puede toser, estornudar o presentar secreciones oculares y nasales. Los gatos también pueden volverse letárgicos, perder peso y experimentar una pérdida de apetito. Tu veterinario tendrá que hacerle un análisis de sangre para determinar si tiene leucemia felina. Por suerte, existe una vacuna para evitar que tu gato se infecte. Pregunta a tu veterinario si recomienda esta vacuna en función del estilo de vida de tu gato.

Cómo evitar que un gato se resfríe

Como bien dice el dicho: mejor prevenir que curar. Cuida a tu gato para evitar que se resfríe.

La vacunación anual y estacional ante enfermedades de tu gatito es la manera más importante de prevenir contagios.

Cuida la salud de tu gato con comida nutritiva, agua fresca, sesiones de juegos diarias y dejándole descansar en tu regazo. Al fin y al cabo, eres su ser humano favorito (aunque a veces actúe como si no le importara nada).

Gatito gris y blanco de espaldas mirando hacia arriba

¿Cómo se trata a un gato que estornuda?

Antes de tratar a un gato que estornuda, se necesita determinar la causa. Vigílalo durante un tiempo, anota la frecuencia con la que estornuda y si hay secreción nasal y ocular. Si los estornudos no suenan como siempre, hazle un vídeo para enseñárselo al veterinario. A continuación, pide cita con tu veterinario para contarle todos los síntomas y observar lo que ha pasado.

Lo más probable es que tu veterinario tome algunas muestras y le realice pruebas para determinar la causa de los estornudos. Vamos a ver a continuación algunos tratamientos no medicinales para tratar los síntomas de la congestión nasal y las infecciones de las vías respiratorias superiores en los gatos.

Lavado nasal

En el lavado nasal, se anestesia al gato y se utiliza un líquido estéril para limpiar las fosas nasales. Este procedimiento puede ayudar a desalojar un cuerpo extraño o aliviar la congestión.

Humidificador

Con la ayuda de un humidificador, se pueden aliviar los estornudos y la congestión, en especial en aquellos lugares de clima frío y seco. Coloca un humidificador pequeño, disponible en farmacias y grandes superficies, en los lugares en los que duerme tu gato, y enciéndelo por la noche. La humedad hará que la mucosidad presente en los conductos nasales se diluya con más facilidad y, por lo tanto, tu gato terminará expulsándola con más facilidad.

Acupresión

La acupresión puede aplicarse en lugares concretos de la cara de tu gato para favorecer el drenaje de las fosas nasales y de los senos paranasales.

¿Es normal que mi gato estornude muchas veces seguidas?

Normalmente, un estornudo ocasional no es motivo de preocupación. Sin embargo, ¿qué pasa si tu gatito tiene un ataque de estornudos y estornuda tres, cuatro o más veces seguidas? También es normal. Vigílalo de cerca para ver si los estornudos aumentan o si persisten durante varios días.

Qué hacer cuando tu gato estornuda mucho

Si te preocupa lo mucho que estornuda tu gato, vigílalo de cerca. ¿Muestra otros síntomas, como secreción ocular o moqueo? ¿Come menos o tiene letargo? Todo esto puede decirle algo al veterinario. Unos cuantos estornudos sin ningún otro síntoma no son motivo de preocupación.

¿Cuándo hay que llevarlo al veterinario?

Si estornuda de vez en cuando, y no tiene otros síntomas, no tienes por qué llevarlo al veterinario (a no ser que sea para los chequeos habituales y las vacunas anuales, claro).

Si, en cambio, estornuda con frecuencia y tiene otros síntomas como secreción ocular y nasal, no está de más llevarlo al veterinario. Al fin y al cabo, algunas de las causas que provocan esto pueden ser serias. Si tu felino tiene alguno de los síntomas que mencionamos a continuación, llama a tu veterinario.

  • Secreción nasal
  • Respiración anormal o dificultad para respirar
  • Secreción ocular
  • Fiebre
  • Pérdida de apetito
  • Darse zarpazos en la cara

En función de la causa, te recomendará el tratamiento adecuado. Así que no dudes en ir a la consulta: la salud y la seguridad de tu gato dependen de ti.

Tanto tú como el personal veterinario de tu gato podéis cuidarlo para que se mantenga sano y no estornude.