Mi esposa y yo convivimos con dos gatos bengalíes y ambos llevan el localizador Tractive GPS. Viven con nosotros desde que nuestro querido Emil se fue y jamás regresó. Por suerte, ahora que podemos seguir los pasos de Yuki y Nala, no nos tenemos que preocupar cada vez que se van por ahí. Sin embargo, jamás olvidaremos el 24 de julio de 2020, así que me gustaría contaros la historia de la búsqueda de un gatito con final feliz.

Gato atigrado con un localizador GPS en el collar durmiendo en un porche de madera

El inicio

Se había puesto el sol. Yuki ya había vuelto a casa, pero Nala no. Algo no iba bien. Desde que Emil desapareció, me pongo de los nervios si los gatos tardan más de la cuenta en regresar. Comprobamos de inmediato la app de Tractive GPS, pero nos dimos cuenta de que habíamos olvidado cargar su localizador y solo tenía un 9 % de batería. Como la batería dura algunos días, no les solemos quitar los localizadores, pero a veces nos olvidamos de cargarlos.

Mi esposa, que estaba embarazada de nueve meses, estaba segura de que nuestra gata solo estaba persiguiendo a algún ratón y me dijo que tuviese paciencia. Le hice caso, pero me estaba poniendo muy nervioso, así que salí a buscarla. Seguí sus pasos a través del Historial de ubicación para ahorrar batería.

Pero no conseguía encontrarla.

Algo iba mal

En ese momento, mi esposa, que como os he contado antes, estaba embarazada de nueve meses, se puso nerviosa y decidió unirse a la búsqueda. Incluso les pedimos a nuestros vecinos que mirasen en sus garajes, por si se había quedado encerrada por accidente. Nada. Lo cierto es que era muy raro porque, según su última ubicación, estaba cerca. No sabíamos qué hacer así que activamos el Modo LIVE y cruzamos los dedos para que la batería durase lo suficiente. La app nos mostró una ubicación, pero no detectamos movimiento durante algunos minutos.

Estaba claro que algo no iba bien

Corrimos hacia la ubicación que Tractive GPS había señalado, y llegamos a una casa vacía en proceso de construcción. Aunque no había nadie, una de las ventanas estaba abierta. Ya estábamos perdiendo la esperanza, pensando que no íbamos a ser capaces de encontrarla, así que, desesperado, grité su nombre.

¡Y respondió!

En cuanto escuchó nuestras voces, Nala empezó a maullar. Su triste «miau» hizo eco en las habitaciones vacías y nos emocionamos.

La gata está encerrada, ¿qué hacemos?

Las puertas estaban cerradas y era de noche. No sabíamos qué hacer. Mi esposa y yo timbramos a todos los vecinos para averiguar si alguien sabía quién se iba a mudar a la casa nueva. Los minutos pasaban como si fuesen horas. Además, no parábamos de escuchar el maullido constante de Nala, pero, finalmente, tuvimos buenas noticias.

Resultó que los padres de los propietarios de la vivienda vivían cerca y nos pudieron abrir la puerta. Nala tardó en salir porque tenía miedo y estaba asustada. En cuanto se recompuso, nos la llevamos a casa. Tras algunos caprichos y muchos abrazos, todo volvió a la normalidad.

Mi esposa y yo por fin nos relajamos y respiramos tranquilos. De hecho, estábamos tan relajados, que se puso de parto: tras la búsqueda y unas cuantas horas agotadoras en el hospital, el 26 de julio de 2020 nació Tom.

Descubre Tractive GPS

Gracias, Tractive

No podemos estar más agradecidos: la historia tuvo un final feliz. Que Tractive GPS funcionara hasta en el interior de la casa cambió las cosas e hizo que pudiésemos salvar a nuestra gatita. Tractive es ideal para mantener a nuestros gatos a salvo.

Tom, Anja y Michel


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